lunes, 19 de diciembre de 2011


Suena aquella vieja  canción, aquella que siempre me había recordado a nosotros, aquella que primero me hacía sonreír, luego llorar y ahora tan solo me produce nostalgia.  Hace mucho tiempo que no era capaz de escucharla, quizás me daba miedo darme cuenta de que todavía me dolía y prefería ahorrarme el mal trago o quizás es que estaba cumpliendo aquello de pasar página. El caso es que tu imagen vuelve a mi mente. Cierro los ojos, pero aun puedo verte susurrándome la letra de la canción al oído, te siento a mi lado incluso tu olor impregna mi habitación, estas tan cerca ahora mismo, tan cerca y tan lejos a la vez.  Abro los ojos, tu ya no estás, el recuerdo se ha desvanecido,  es entonces cuando me doy cuenta de que no hay nunca un porqué para un recuerdo; llega de repente así, sin pedir permiso. Y nunca sabes cuándo se marchará. Lo único que sabes es que lamentablemente volverá. pero con el tiempo te darás cuenta de todavía te quedan muchas aventuras que vivir, y muchos nuevos recuerdos que recordar, junto a otras personas que llenarán tus días nuevamente.

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