.jpg)
No he elegido que se me revuelva el estómago cada vez que hablan de ti, ni que cada suspiro que doy sea por y para tí. No he elegido tampoco los cabreos, los abrazos, ni los besos, ni desear besarte cada segundo de mi vida. No he elegido necesitar tus abrazos, ni echar de menos tus locuras. Pero también quiero que sepas algo, si pudiese haberlo elegido, te hubiese elegido a tí, que no te quepa la menor duda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario