Aquí y ahora. Quítame la ropa. Desgástame la piel a besos. Quiero
temblar con cada roce de tus dedos. Házmelo, hasta que se agote el
último gemido de mi corazón. Que si tengo que morirme, sea entre tus
brazos. Y si se acaba el mundo hoy, que nos pille merendándonos, y lo
último que oiga sean tus orgasmos erizándome la piel, tiritándome las
ganas.
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